Para vivir la Pascua con esperanza y alegría

 

La Pascua florida en la que aclamamos a Cristo Resucitado es una invitación a la esperanza y a la alegría. Ante tanto profeta de desesperanza e incluso ante la crudeza evidente de una crisis económica y de valores que actualmente padecemos y que oscurece el horizonte de la humanidad hemos de hacer una apuesta por vivir el momento presente en paz buscando con empeño la felicidad que supera toda realidad.

 

De ahí que el primer secreto para encontrar la felicidad sea conocer que ésta no se halla fuera de nosotros sino que está en nuestro interior y, por tanto, aunque todo lo que ocurre en nuestra vida diaria influya en nuestro estado de ánimo, las convicciones profundas deben ser siempre amortiguadores que nos aporten el equilibrio necesario para no perder jamás la paz.

 

Es verdad que con frecuencia nuestra vida se nos va de las manos buscando fuera sin apercibirnos que la fuente de la alegría y la felicidad no está lejos de nosotros mismos. En este proceso de interiorización, que no es otra cosa que un proceso de humanización, siempre difícil en las actuales circunstancias por la prisa y los agobios de la vida presente, a poco que busquemos, nos encontramos siempre con el fundamento de la existencia de toda criatura que es Dios. Bien vale recordar para los escépticos de la generación presente aquel pensamiento del gran filósofo francés Pascal, cuando escribía refiriéndose a Dios “si le buscas, es porque ya le tienes”. He aquí, por tanto, un primer camino para encontrar la felicidad: mirar hacia dentro, hacer silencio, no cansarse nunca de buscar.

 

Hay que advertir que cuando hablamos de felicidad nos referimos a una experiencia vital profunda y no sólo a un estado de ánimo dependiente de las circunstancias y de las gratificaciones psicológicas. Estoy convencido de que no se puede ser feliz sin un proyecto personal de vida que para un cristiano debe tener como referencia primera el Evangelio y la enseñanza de la Iglesia. Cuando muchas filosofías y modos de pensamiento de moda nos invitan a una felicidad que pone su centro en el hay que recordar que no hay felicidad fuera de Dios ni mayor alegría que la de sentirse amado por Dios y poder amar a los demás en su nombre.

 

También es verdad que la búsqueda de la felicidad, que al fin y al cabo es vocación connatural al ser humano, simplifica nuestras vidas haciendo lo difícil fácil en un intento de vivir y saborear el momento presente procurando disfrutar de las cosas sencillas y cotidianas. ¡Sea bienvenida toda espiritualidad que nos ayude a vivir con elegancia el momento presente liberándonos de todo agobio! Huir de nuestra concreta realidad construyendo castillos en el aire es tarea inútil y fatigosa porque ésta no la podemos dejar, como decía el jesuita padre Cué en una de sus famosas meditaciones ante Cristo, como el sombrero colgado en el perchero de nuestra casa sino que nos acompaña siempre y allí donde estemos. Tarea inteligente será siempre asumir lo que somos y hacer, ayudados de la gracia de Dios, lo que podamos.

 

         Sorprende conocer las estadísticas dramáticas que nos hablan del número de suicidios en el mundo desarrollado expresando así el evidente fracaso de un estilo de vida que ha puesto exclusivamente la meta de la felicidad fuera de Dios. Es una seria advertencia para una sociedad que ha puesto su meta y empeño en la vivencia de momentos fugaces que no llenan el corazón humano y que provocan un proceso de ansiedad continúa y por ende de infelicidad y desdicha.

 

         Si en Pascua florida cantamos vivas a Cristo Resucitado lo hacemos convencidos de que Él es la fuente de nuestra felicidad desde donde queremos construir un mundo nuevo que ya ha empezado y que alcanzará su plenitud en nuestra Pascua personal cuando veamos a Dios “cara a cara”.

 Manuel Pozo Oller,

 Párroco


Los Apóstoles del Lavatorio

Semana Santa 2023

 

Hace una década que en nuestra parroquia se constituyó el grupo que se conoce como Apóstoles del Lavatorio cuya finalidad es colaborar activamente en la preparación y participación en los actos litúrgicos.

 

 

El grupo asumió en su día como tarea la preparación del domingo de Ramos con la participación ordenada y solemne en la Misa Mayor que viene precedida por la bendición de los ramos de olivo y palmas que anteriormente han preparado en abundancia. Al grupo se le debe el cambio de ubicación de la bendición de ramos y palmas realzando con su iniciativa la procesión litúrgica de fecha tan significada.

 

La mañana del jueves santo se convierte en un hervidero de fieles que colaboran con los Apóstoles del Lavatorio en la construcción del altar efímero que hará de Monumento al Santísimo para recordar su oración en Getsemaní. Este año se ha resaltado esta estampa evangélica con un majestuoso cuadro cedido temporalmente por la Hermandad de Estudiantes que tiene su sede canónica en la S.A.I. Catedral de la Encarnación de nuestra Ciudad. A la tarde se celebran los Oficios de la Cena del Señor donde el grupo ocupa lugar especial tanto en el lavatorio de los pies como en la eucaristía acompañando al Señor bajo palio para recorrer el perímetro del templo parroquial antes de depositarlo en el Monumento para la adoración de los fieles y la oración de Hora Santa.

 

 

El viernes santo el grupo coordina el Vía Crucis matutino y colabora en la liturgia vespertina, de modo especial, en la adoración de la Santa Cruz por los fieles y en la colecta por los Santos Lugares.

 

 

Por último, la colaboración en la Vigilia Pascual trascurre desde la preparación del lucernario, distribución de velas a los fieles y exaltación del cántico del Gloria no solo con el preceptivo toque festivo de campañas sino también haciendo llegar la alegría de Cristo Resucitado a los almerienses con ayuda pirotécnica. El servicio espléndido se ha engrandecido en esta ocasión con el bautismo de ocho catecúmenos en edad escolar que ha llenado de alegría y futuro a toda la comunidad.

 

 

En definitiva, los Apóstoles del Lavatorio forman parte de una institución que se afianza con el paso del tiempo aportando a la comunidad un tono de participación y corresponsabilidad muy en boga con los tiempos que corren y con la llamada insistente del Papa Francisco a trabajar sinodalmente.

 


«María Magdalena fue a donde estaban los discípulos

y les anunció: He visto al Señor» (Jn 20, 18)

 

¡Feliz Pascua de Resurrección 2023 !

 

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¡Feliz Pascua de Resurrección 2023!
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Viernes Santo

COLECTA POR TIERRA SANTA:

“SALVAGUARDIA DE LA PRESENCIA CRISTIANA

 

En este periodo de sufrimiento global, también Tierra Santa se ve afectada por la falta de peregrinos en sus santuarios.

 

La Custodia Franciscana a través de la Colecta puede sostener y proseguir la importante misión a la que está llamada: “custodiar los Santos Lugares, las piedras de la memoria, y fomentar la presencia cristiana, las piedras vivas de la Tierra Santa, a través de numerosas actividades de solidaridad, como el mantenimiento de las estructuras pastorales, educativas, asistenciales, sanitarias y sociales”, detalla la Santa Sede.

¡Colabora con la custodia de los Santos Lugares!

¡Dios le Pague su generosidad!

 


Murió para que tengamos Vida

Jesús ha vivido su muerte en una actitud de obediencia y fidelidad total al Padre y, al mismo tiempo, en una actitud de amor y perdón a los hombres. Por eso, su muerte es una muerte de reconciliación y de amor. Una muerte que conduce a la resurrección y a la vida.

 

La muerte, que era la manifestación suprema del pecado y la ruptura entre Dios y el hombre pecador, se ha convertido ahora en la manifestación suprema del amor y la reconciliación entre Dios y los hombres. Vivida por el Hijo de Dios en obediencia total al Padre y en comunión total con los hombres, se ha convertido en fuente de vida para todos nosotros. “Nuestro Salvador Cristo Jesús ha destruido la muerte y ha hecho irradiar luz de vida e inmortalidad” (2 Tm 1, 10). La muerte de Jesucristo es el gesto supremo en el que se nos revela el amor reconciliador de Dios a los hombres. “En Cristo estaba Dios reconciliando al mundo consigo y no tomando en cuenta las transgresiones de los hombres” (2 Co 5, 10).

 

La muerte de Jesús en la cruz no es un acontecimiento aislado y separado de su vida. Es el gesto que resume y en donde culmina toda su vida. Jesús ha ido muriendo para el Padre y por los hombres día tras día, “desviviéndose” por hacer la voluntad de su Padre y por liberar a sus hermanos. Por eso, desde el seguimiento al crucificado los cristianos vamos dando sentido al sufrimiento de cada día y a la misma muerte.

 

La muerte, por tanto, sin perder su carácter trágico, ha cambiado de signo para el creyente. La muerte ya no es el final de todo. El cristiano no muere para quedar muerto sino para resucitar. La muerte ya no tiene la última palabra.

 

De ahí que el cristiano, más que prepararse para una buena muerte, debe aprender a “morir bien” en cada momento. Es decir, viviendo la vida diaria como Jesús, “desviviéndose” por la construcción del Reino de Dios y su justicia. Desde aquí el Bautismo cobra un sentido nuevo como el gesto sacramental en el que nos comprometemos a vivir la vida “muriendo en Cristo”, y la Eucaristía nos va ayudando a asimilar el morir de Jesús para participar también un día de su resurrección.

 

Los cristianos vemos desde Cristo con una esperanza nueva no sólo nuestra muerte sino también la muerte de los demás, las muertes grandes y las pequeñas, las muertes valientes y las cobardes, las muertes significativas y las ridículas. Desde esta misma esperanza aprendemos a afrontar con otro sentido el envejecimiento y la muerte de las culturas, de las ideas, de la creación entera. Todo lo que vive, camina de alguna manera hacia la muerte. Pero Cristo, esta es nuestra fe y en esa esperanza vivimos, ha vencido a la muerte.

 

 Manuel Pozo Oller,

 Vicario Episcopal

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Colecta Jueves Santo

Día 6 de abril 2023

 

 

«El drama que estamos atravesando nos obliga a tomar en serio lo que cuenta, a no perdernos en cosas insignificantes, a redescubrir que la vida no sirve si no se sirve» Papa Francisco

 

“El que quiera ser el primero,

sea vuestro servidor” (Mc 9.35)

 

Colabora con generosidad con tu tiempo, escuchando y acompañando;

colabora con lo que Dios te ha dado para crear un mundo más fraterno.

 

Cuenta de nuestra Caritas Parroquial:

 

ES79 3058 0086 1127 2001 5904


La Eucaristía, Amor de Dios por el mundo

Jesús iba todos los años a Jerusalén para celebrar allí la Pascua, la gran fiesta de los judíos. En ella conmemoraban la liberación de Israel de la esclavitud de Egipto. Primero, cada familia inmolaba un cordero en el templo; y luego, se juntaban para la cena de pascua en la que recordaban y festejaban la liberación del pueblo. Además del cordero asado, se servían otros alimentos que tenían un profundo significado en relación con el acontecimiento que se celebraba. El padre de la casa explicaba entonces a los niños: “celebramos esta cena para hacer una fiesta porque Dios nos liberó y nos salvó cuando éramos esclavos en Egipto”. Y les contaba toda aquella historia para que no la olvidaran nunca. Durante el banquete, daban gracias a Dios y le bendecían por todas las demás cosas que había hecho para salvar a su pueblo a lo largo de la historia. También le pedían que cumpliese todas las demás promesas de salvación que les había anunciado por los profetas. Sobre todo, la llegada de su Reino y de su Mesías.

 

Horas antes de su prisión y entrega a la muerte, Jesús quiso celebrar la última cena con sus discípulos. Iba a morir y Él lo sabía. Al sentarse a la mesa, les dijo: “Con ansia he deseado comer esta pascua con vosotros antes de padecer”. Y entonces hizo algo que sorprendió a los discípulos: se levantó y se puso a lavarles los pies como un criado. Quería así comenzar a explicarles aquella noche por qué moría, advirtiéndoles entonces que “no había venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate de muchos”.

 

Por eso Jesús hizo a continuación algo mucho más importante. Tomó pan en sus manos, dio gracias a Dios, alabándolo por todas las maravillas que había hecho para salvar a su pueblo, lo partió y lo fue dando a sus discípulos diciendo: “tomad y comed todos de él, porque esto es mi cuerpo que se entrega por vosotros”. De igual modo, después de cenar, tomó también el cáliz lleno de vino, dio de nuevo gracias a Dios bendiciéndolo, y lo pasó a sus discípulos diciendo: “tomad y bebed todos de él, porque este es el cáliz de mi sangre que va a ser derramada por vosotros”. Y les mandó entonces que también ellos hicieran aquello en recuerdo suyo.

 

          De esta manera Jesús, en la noche en la que iba a ser entregado a la muerte, se adelantó para ofrecer su cuerpo y su sangre en sacrificio por todos los hombres. Y les habló mucho de cómo tenían que permanecer unidos con Él y entre ellos. Quería sencillamente explicarles cómo daba su vida por amor a Dios, su Padre, y por amor a todos los hombres y cómo ellos deberían amar y amarse lo mismo. Por eso moría y para eso les entregaba el sacramento de su cuerpo entregado y de su sangre derramada en sacrificio por la redención de todos los hombres.

 

 

Manuel Pozo Oller

 Vicario Episcopal

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Domingo de Ramos

Día 2 DE ABRIL DE 2023

 

Es la procesión litúrgica por excelencia. ¡Qué alegría cuando me dijeron vamos a la casa del Señor! (Salmo 122) ¡Cómo brotes de olivo en torno a tu mesa…” (Salmo 128) ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! (Lc 19,38)

 

 

En la mañana del Domingo de Ramos el templo parroquial amanecía con una alegría singular y su paisaje era distinto a cualquier domingo. Trajes de fiesta, palmas y olivo, niños vestidos de hebreos, incienso,… e incluso con la colaboración de un día de primavera espléndido que invitaba a estar en la calle y aclamar al Señor en el día que la Iglesia recuerda su entrada en Jerusalén subido en un pollino, en aquel entonces, señal de realiza y signo profético de la donación libre de la vida “en rescate de muchos”.

 

 

Al esplendor del día solemne colabora la presencia de nuestra Hermandad de Jesucristo Resucitado, Señor de la Vida, y María Santísima del Triunfo que en hermosa coincidencia le corresponde en este domingo la participación en la liturgia y el grupo consolidado de los Apóstoles del Lavatorio que han dispuesto cuanto es necesario para esta celebración con una eficacia ejemplar.

 

 

La plaza de san Isidro es marco incomparable para el inicio de estos días santos. Los árboles hacen de natural retablo que con una belleza singular cobijan a los participantes y, con la discreción de los sabios, aportan su sombra y su suave brisa que mece sus ramas en un aplauso cósmico a nuestro Señor. La fuente, cadenciosa y cristalina, ofrece a los fieles la mejor música sacra para contemplar el misterio.

 

  

A las 11,00 comienza la bendición de las personas asistentes que portan sus ramos y palmas. Se une a la oración el ruido de la ciudad y es hermoso constatar que algo parecido, salvando las distancias del tiempo, ocurrió en época de Jesús. Gentes que iban y venían con sus conversaciones y fanfarria al tiempo que el misterio de la redención se ponía en marcha con cánticos de Hosanna que algunos parecerían la salida de una fiesta después de gozar de los placeres de la vida. No era fácil caminar recogido en la ciudad. Tampoco lo es ahora por la necesidad de protegerse de la circulación y caminar por las aceras obviando la solemnidad del acontecimiento.

 

 

 

A la llegada al templo parroquial se observa que se ha quedado pequeño para cobijar a los fieles. Los niños en presbiterio, adultos en el pasillo central, fieles en las puertas sin poder avanzar,… Algo parecido ocurriría en Jerusalén cuando las gentes se agolparon para ver al que venía a la ciudad con un cortejo propio de reyes. El servicio de la presidencia en este día corre a cargo de nuestro párroco, el diácono permanente y un Hermano del Evangelio que comparte estos días con la comunidad parroquial.

 

La bendición y posterior traslado es la procesión de entrada de la Santa Misa. Es la procesión litúrgica por excelencia. La lectura de la Pasión es momento cumbre de la celebración de la Palabra que, a continuación, es glosada por el presidente de la celebración junto a una invitación a vivir el triduo sacro con profundidad “a modo de unos Ejercicios Espirituales que ayuden a renovar en la noche Pascual nuestros compromisos bautismales”.

 

 

Al finalizar la Santa Misa se anuncian los actos y celebraciones litúrgicas de estos días haciendo especial hincapié en las  meditaciones cuaresmales y la disponibilidad para dispensar el sacramento de la Penitencia.

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Día 2 de Abril de 2023
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Hoy aclamado, Mañana llevado al Martirio

 

Arrojo y corazón de Jesucristo que sube a Jerusalén, la ciudad de la paz, ensalzada por los cantautores de la época con cánticos que muestran la alegría de los que encaminan sus pies hacia la ciudad santa, lugar del templo, espacio privilegiado para el encuentro con el Dios único y verdadero.

 

La procesión triunfal se organiza en las inmediaciones del Monte de los Olivos. El sol ciega los ojos de los que participan en tan inquieta comitiva. Es primavera. Hasta el lugar suben los olores del torrente Cedrón, en ocasiones rambla y vertedero de basura. Jesús, recogido sobre sus propios pensamientos mira en lontananza a la ciudad y mesa su mejilla para secar las suaves lágrimas que recorren su rostro que jugando con la luz solar apuntan minúsculos arcos iris que evocan aquella señal de paz de antaño cuando las aguas cubrieron la tierra y la preñaron para siempre de muerte y vida. A su alrededor un pequeño grupo que ultima los detalles entre nervios expectantes y miedo a las reacciones que intuyen va a provocar la entrada de Jesucristo en Jerusalén recordando las maneras y formas anunciadas por los profetas de Israel.

 

La comitiva se pone en marcha. La tensión es evidente. Alguien informa a Jesús que son numerosos los que le esperan en Jerusalén porque se ha corrido la voz entre los peregrinos que han acudido para celebrar la Pascua o de los panes ázimos. A causa de estas aglomeraciones, el prefecto romano de Palestina, con residencia en Cesarea, acudía a Jerusalén cada año con tropas de refuerzo para mantener el orden público. No eran extrañas las revueltas políticas aprovechando estas concentraciones.

 

La bajada al torrente eleva la meseta calcárea que se encuentra a más de mil metros sobre el nivel del Mar Muerto donde desembocan las exiguas aguas de los wadis que abrazan la ciudad engrandecida por Salomón. El templo, meta de la peregrinación, estaba situado en el punto más septentrional y por ende más alto del terreno.

 

A la mente de Jesucristo acuden las enseñanzas que desde pequeño oyó en casa y en la sinagoga sobre las esperanzas mesiánicas de Israel que contaban hechos tan prodigiosos como que una fuente que brotaba del templo fecundaría todo el país (Jl 4,18; Ez 47,2-12) y existiría tanta armonía que ya no serán necesarios ni el sol ni la luna porque Yavé será su única luz (Is 60,19s) y morará allí (Is 4,5) de tal modo que ya no será necesaria el arca (Jer 3,16). Él sabe que hoy se cumple la promesa pero su divinidad no merma su desazón y temor ante los acontecimientos que se avecinan.

 

Por lo demás, una vez encaminados hacia el monte Sión, para que cumplieran las Escrituras Jesús montó montado en un asno, cumpliendo una profecía de Zacarías, que citan los evangelistas al tiempo que conocían los testigos oculares del hecho. Aparte los detalles, lo cierto es que al cumplir Jesús esta profecía, se declaró implícitamente rey y el pueblo le reconoció como tal dándole la bienvenida con el grito de hosanna, que equivale a nuestro ¡viva! y aclamándole como “hijo de David” o rey diciendo; “¡Hosanna al hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!” (Mt 21,9). Este gesto de Jesús al comenzar la pascua fue, sin duda, entendido por muchos como provocador. Más lo fue el segundo hecho simbólico, al derribar Jesús en el Templo “las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas” (Mt 21,12) y afirmar que el templo sería destruido. Este último gesto se tendría muy en cuenta en el juicio a la hora de dictar los autos de la condena. Por lo demás, la gente en masa aclama y vitorea.

 

La fragilidad de nuestros ideales cuando las convicciones no son profundas hacen que una suave brisa nos aleje de nuestras certezas. Los que hoy aclaman a Jesús como Mesías y Salvador, mañana serán los que aclamen a Barrabás como nuevo líder del pueblo y le lleven al martirio.

 

 

Manuel Pozo Oller, 

Párroco

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Preparación al Triduo Pascual

 

Día 31 de marzo, Viernes de Dolores

 

El Viernes de Dolores meditamos con la Virgen el vía crucis de su Hijo: juzgado, condenado a muerte, camino del Calvario y muerte en la Cruz.

Siete estaciones para recordar la profecía de Simeón que anunció que Jesús sería signo de contradicción y le dijo: “En cuanto a ti, una espada te atravesará el corazón” (Lc 2, 33-35)

 

  • 19,30 horas: Santa Misa
  • 20,00 horas: Vía Matris

 

 

Día 1 de abril, Sábado de Pasión

  • 17,30 horas: Hora Intermedia
  • 18,00 horas: Meditación
  • 18,30 horas: Trabajo en grupos
  • 19,00 horas: Exposición Santísimo
  •  19,30 horas: Santa Misa
  • 20,15 horas: Celebración Comunitaria de la Penitencia

 

 

Día 2 de abril, Domingo de Ramos

 

Es la procesión litúrgica por excelencia. ¡Qué alegría cuando me dijeron vamos a la casa del Señor! (Salmo 122) ¡Cómo brotes de olivo en torno a tu mesa…” (Salmo 128) ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! (Lc 19,38)

 

  •  11,00 horas: Bendición de Ramos en Plaza san Isidro (Entre terraza del bar y edificio Juzgados)
    • Procesión hasta el templo parroquial
    • Celebración solemne de la Eucaristía
  • 19,30 horas: Santa Misa

 

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Semana de Pasión 2023

Del 27 de marzo al 1 de abril

DÍA 31 DE MARZO, VIERNES DE DOLORES

  • 19,30 horas: Celebración de la Eucaristía.
  • 20,00 horas: Oración del "Vía Matris".

DÍA 1 DE ABRIL, SÁBADO DE PASIÓN

  • 17,30 horas: Hora Intermedia.
  • 18,00 horas: Meditación.
  • 18,30 horas: Exposición del Santísimo.
  • 19,30 horas: Santa Misa.
  • 20,15 horas: Celebración Comunitaria de la Penitencia.

 

Semana Santa 2023

Del 2 al 9 de abril

DÍA 2 DE ABRIL, DOMINGO DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR

  • 11,00 horas: Bendición de Ramos, procesión hasta el Templo Parroquial y celebración solemne de la Eucaristía.
  • 19,30 horas: Eucaristía vespertina.

LUNES, MARTES Y MIÉRCOLES SANTOS

DÍAS 3, 4 Y 5 DE ABRIL

  • 18,00 horas: Confesiones.
  • 19,30 horas: Santa Misa.
  • 20,00 horas: Ejercicios Espirituales.

TRIDUO PASCUAL

DÍA 6 DE ABRIL, JUEVES SANTO EN LA CENA DEL SEÑOR

  • 11 a 13 horas: Confesiones.
  • 18,00 horas: Celebración de los Santos Oficios de la Cena del Señor. Traslado de la Eucaristía al Monumento.
  • 22,00 horas: Hora Santa. Oración continuada ante el Santísimo Sacramento.

DÍA 7 DE ABRIL, VIERNES SANTO EN LA PASIÓN DEL SEÑOR

  • 12,00 horas: Meditación del "Vía Crucis".
  • 18,00 horas: Santos Oficios de la Pasión y Muerte del Señor.

DÍA 8 DE ABRIL, SÁBADO SANTO DE LA SEPULTURA DEL SEÑOR

  • 09,30 horas: Meditación y oración del Oficio de Lecturas y Laudes.
  • 22,00 horas: Celebración Solemne de la Resurrección del Señor. Bautismo de catecúmenos en edad escolar.

DÍA 9 DE ABRIL, PASCUA DE LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR

  • 10,00 horas: Salida procesional con la imagen de Cristo Resucitado de la Hermandad de Jesucristo Resucitado, Señor de la Vida y María Santísima del Triunfo que tiene su sede canónica en nuestra parroquia.
  • 11,00 horas: Eucaristía.
  • 19,30 horas: Eucaristía vespertina.

 

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Semana de Pasión y Semana Santa 2023
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