Peregrinación a la S.A.I. Catedral

de nuestra Ciudad de Almería

con motivo del Año Santo Jubilar

 

Cartel V Centenario. Jesús Calzada

 

Puerta Santa

 

Destinatarios

Niños/as en catequesis, familias de los niños/as y personas interesadas

 

Día y hora

Sábado, 20 de abril 2024

17,00 a 18,30 horas

 

Lugar de Encuentro

Plaza de la Catedral

Los participantes llegarán por sus propios medios al punto de encuentro para comenzar con puntualidad

el acto en la puerta santa

 

 

Colaboran

Escuela de Catequistas y Consejo de Padres

 

Organiza

Parroquia Nuestra Señora de Montserrat de la Ciudad de Almería



 

¡Cristo ha resucitado! ¡Aleluya!

 

Detalle de la Puerta del Sagrario de la capilla del Seminario diocesano de la diócesis de Burgos

 

Nos felicitamos porque Dios Padre resucitó a Jesucristo

y nuestra vida desde entonces se llenó de sentido.

 

 

¡Feliz Pascua de Resurrección!

 


 

Hoy es Viernes Santo

 

Murió para que tengamos Vida

 

Jesús ha vivido su muerte en una actitud de obediencia y fidelidad total al Padre y, al mismo tiempo, en una actitud de amor y perdón a los hombres. Por eso, su muerte es una muerte de reconciliación y de amor. Una muerte que conduce a la resurrección y a la vida.


La muerte, que era la manifestación suprema del pecado y la ruptura entre Dios y el hombre pecador, se ha convertido ahora en la manifestación suprema del amor y la reconciliación entre Dios y los hombres. Vivida por el Hijo de Dios en obediencia total al Padre y en comunión total con los hombres, se ha convertido en fuente de vida para todos nosotros. “Nuestro Salvador Cristo Jesús ha destruido la muerte y ha hecho irradiar luz de vida e inmortalidad” (2 Tm 1, 10). La muerte de Jesucristo es el gesto supremo en el que se nos revela el amor reconciliador de Dios a los hombres. “En Cristo estaba Dios reconciliando al mundo consigo y no tomando en cuenta las transgresiones de los hombres” (2 Co 5, 10).

 

La muerte de Jesús en la cruz no es un acontecimiento aislado y separado de su vida. Es el gesto que resume y en donde culmina toda su vida. Jesús ha ido muriendo para el Padre y por los hombres día tras día, “desviviéndose” por hacer la voluntad de su Padre y por liberar a sus hermanos. Por eso, desde el seguimiento al crucificado los cristianos vamos dando sentido al sufrimiento de cada día y a la misma muerte.

 

La muerte, por tanto, sin perder su carácter trágico, ha cambiado de signo para el creyente. La muerte ya no es el final de todo. El cristiano no muere para quedar muerto sino para resucitar. La muerte ya no tiene la última palabra.

 

De ahí que el cristiano, más que prepararse para una buena muerte, debe aprender a “morir bien” en cada momento. Es decir, viviendo la vida diaria como Jesús, “desviviéndose” por la construcción del Reino de Dios y su justicia. Desde aquí el Bautismo cobra un sentido nuevo como el gesto sacramental en el que nos comprometemos a vivir la vida “muriendo en Cristo”, y la Eucaristía nos va ayudando a asimilar el morir de Jesús para participar también un día de su resurrección.

 

Los cristianos vemos desde Cristo con una esperanza nueva no sólo nuestra muerte sino también la muerte de los demás, las muertes grandes y las pequeñas, las muertes valientes y las cobardes, las muertes significativas y las ridículas. Desde esta misma esperanza aprendemos a afrontar con otro sentido el envejecimiento y la muerte de las culturas, de las ideas, de la creación entera. Todo lo que vive, camina de alguna manera hacia la muerte. Pero Cristo, esta es nuestra fe y en esa esperanza vivimos, ha vencido a la muerte.


 

Tierra Santa pide ayuda

 

Colecta Pontificia del Viernes Santo

 

 

Jerusalén: abrazo de paz,

 

lema de la Colecta

 

San Francisco de Asís abraza a Nuestro Señor Crucificado

 

¡Ayuda a los cristianos de Tierra Santa, que tanto están sufriendo, especialmente en estos últimos años!

Tu ayuda permite mantener los lugares santos

y apoyar los proyectos caritativos y sociales 

que lleva a cabo la Iglesia en la tierra de Jesús. 

 

¡Dios te Pague tu ayuda!


 

Hoy es Jueves Santo

 

La Eucaristía, Amor de Dios por el mundo

 

Jesús iba todos los años a Jerusalén para celebrar allí la Pascua, la gran fiesta de los judíos. En ella conmemoraban la liberación de Israel de la esclavitud de Egipto. Primero, cada familia inmolaba un cordero en el templo; y luego, se juntaban para la cena de pascua en la que recordaban y festejaban la liberación del pueblo. Además del cordero asado, se servían otros alimentos que tenían un profundo significado en relación con el acontecimiento que se celebraba. El padre de la casa explicaba entonces a los niños: “celebramos esta cena para hacer una fiesta porque Dios nos liberó y nos salvó cuando éramos esclavos en Egipto”. Y les contaba toda aquella historia para que no la olvidaran nunca. Durante el banquete, daban gracias a Dios y le bendecían por todas las demás cosas que había hecho para salvar a su pueblo a lo largo de la historia. También le pedían que cumpliese todas las demás promesas de salvación que les había anunciado por los profetas. Sobre todo, la llegada de su Reino y de su Mesías.

 

Horas antes de su prisión y entrega a la muerte, Jesús quiso celebrar la última cena con sus discípulos. Iba a morir y Él lo sabía. Al sentarse a la mesa, les dijo: “Con ansia he deseado comer esta pascua con vosotros antes de padecer”. Y entonces hizo algo que sorprendió a los discípulos: se levantó y se puso a lavarles los pies como un criado. Quería así comenzar a explicarles aquella noche por qué moría, advirtiéndoles entonces que “no había venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate de muchos”.

 

Por eso Jesús hizo a continuación algo mucho más importante. Tomó pan en sus manos, dio gracias a Dios, alabándolo por todas las maravillas que había hecho para salvar a su pueblo, lo partió y lo fue dando a sus discípulos diciendo: “tomad y comed todos de él, porque esto es mi cuerpo que se entrega por vosotros”. De igual modo, después de cenar, tomó también el cáliz lleno de vino, dio de nuevo gracias a Dios bendiciéndolo, y lo pasó a sus discípulos diciendo: “tomad y bebed todos de él, porque este es el cáliz de mi sangre que va a ser derramada por vosotros”. Y les mandó entonces que también ellos hicieran aquello en recuerdo suyo.

 

 

         De esta manera Jesús, en la noche en la que iba a ser entregado a la muerte, se adelantó para ofrecer su cuerpo y su sangre en sacrificio por todos los hombres. Y les habló mucho de cómo tenían que permanecer unidos con Él y entre ellos. Quería sencillamente explicarles cómo daba su vida por amor a Dios, su Padre, y por amor a todos los hombres y cómo ellos deberían amar y amarse lo mismo. Por eso moría y para eso les entregaba el sacramento de su cuerpo entregado y de su sangre derramada en sacrificio por la redención de todos los hombres.


Jueves Santo de la Cena del Señor

Santos Oficios: 18,00 horas

Hora Santa: 22,00 horas

Colecta Caritas

 


 

Retiro Espiritual a las Puertas de la Semana Mayor 

 

 El sábado, día 23 de marzo, a las 17,00 horas se reunió un grupo numeroso de nuestra Parroquia para celebrar el retiro de preparación para las fiestas litúrgicas de Semana Santa.

 

P. Francisco Ortega

 

 Después de la oración sálmica de la Hora intermedia el P, Francisco Ortega, sacerdote diocesano miembro del Instituto español para las Misiones Extranjeras (IEME) dirigió una meditación sobre el Reinado de Dios y su instauración ya aquí y ahora. La meditación, con gran hondura teológica, fue animada por testimonios de vida como misionero en África y, hasta hace unos meses, en Guatemala atendiendo a centenares de inmigrantes diarios. A la meditación siguió uno momento de silencio antes de la celebración de la Santa Misa y la celebración comunitaria de la Penitencia.

  

 

Panorámica del salón parroquial 


 

Hoy es Miércoles Santo

 

27 de marzo 2024

 

 

La lectura de hoy es del evangelio de Mateo (Mt 26, 14-25):

 

«En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue donde los sumos sacerdotes, y les dijo: “¿Qué queréis darme, y yo os lo entregaré?”. Ellos le asignaron treinta monedas de plata. Y desde ese momento andaba buscando una oportunidad para entregarle.

 

El primer día de los Ázimos, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: “¿Dónde quieres que te hagamos los preparativos para comer el cordero de Pascua?”. Él les dijo: “Id a la ciudad, a casa de fulano, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa voy a celebrar la Pascua con mis discípulos”. Los discípulos hicieron lo que Jesús les había mandado, y prepararon la Pascua.

 

Al atardecer, se puso a la mesa con los Doce. Y mientras comían, dijo: “Yo os aseguro que uno de vosotros me entregará”. Muy entristecidos, se pusieron a decirle uno por uno: “¿Acaso soy yo, Señor?”. Él respondió: “El que ha mojado conmigo la mano en el plato, ése me entregará. El Hijo del hombre se va, como está escrito de Él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado! ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido! Entonces preguntó Judas, el que iba a entregarle: “¿Soy yo acaso, Rabbí?”. Le dice: “Sí, tú lo has dicho”».

 

Hoy, el Evangelio nos presenta tres escenas: la traición de Judas, los preparativos para celebrar la Pascua y la Cena con los Doce. 

 

La palabra “entregar” (“paradidōmi” en griego) se repite seis veces y sirve como nexo de unión entre esos tres momentos: (I) cuando Judas entrega a Jesús; (II) la Pascua, que es una figura del sacrificio de la cruz, donde Jesús entrega su vida; y (III) la Última Cena, en la cual se manifiesta la entrega de Jesús, que se cumplirá en la Cruz.

 

Queremos detenernos aquí en la Cena Pascual, donde Jesucristo manifiesta que su cuerpo será entregado y su sangre derramada. Sus palabras: «Yo os aseguro que uno de vosotros me entregará» (Mt 26,20) invita a cada uno de los Doce, y de modo especial a Judas, a un examen de conciencia. Estas palabras son extensivas a todos nosotros, que también hemos sido llamados por Jesús. Son una invitación a reflexionar sobre nuestras acciones, sean buenas o malas; nuestra dignidad; plantearnos qué estamos haciendo en este momento con nuestras vidas; hacia dónde estamos yendo y cómo hemos respondido a la llamada de Jesús. Debemos respondernos con sinceridad, humildad y franqueza.

 

Recordemos que podemos esconder nuestros pecados de otras personas, pero no podemos ocultarlos a Dios, que ve en lo secreto. Jesús, verdadero Dios y hombre, todo lo ve y lo sabe. Él conoce lo que hay en nuestro corazón y de lo que somos capaces. Nada está oculto a sus ojos. Evitemos engañarnos, y recién después de habernos sincerado con nosotros mismos es cuando debemos mirar a Cristo y preguntarle «¿Acaso soy yo?» (Mt 26,22). Tengamos presente lo que dice el Papa Francisco: «Jesús amándonos nos invita a dejarnos reconciliar con Dios y a regresar a Él para reencontrarnos con nosotros mismos».

Miremos a Jesús, escuchemos sus palabras y pidamos la gracia de entregarnos uniéndonos a su sacrificio en la Cruz.

  

HIMNO

 

¡Oh Cruz fiel, árbol único en nobleza!

Jamás el bosque dio mejor tributo

en hoja, en flor y en fruto.

¡Dulces clavos! ¡Dulce árbol donde la Vida empieza

con un peso tan dulce en su corteza!

 

Vinagre y sed la boca, apenas gime;

y, al golpe de los clavos y la lanza,

un mar de sangre fluye, inunda, avanza

por tierra, mar y cielo, y los redime.

 

Ablándate, madero, tronco abrupto

de duro corazón y fibra inerte;

doblégate a este peso y esta muerte

que cuelga de tus ramas como un fruto.

 

Tú, solo entre los árboles, crecido

para tender a Cristo en tu regazo;

tú, el arca que nos salva; tú, el abrazo

de Dios con los verdugos del Ungido.

 

Al Dios de los designios de la historia,

que es Padre, Hijo y Espíritu, alabanza;

al que en la cruz devuelve la esperanza

de toda salvación, honor y gloria. Amén. 

 


 

Hoy es Martes Santo

 

26 de marzo 2024

 

La lectura de hoy es del evangelio de Juan 13, 21-33.36-38:

 

«En aquel tiempo, estando Jesús sentado a la mesa con sus discípulos, se turbó en su interior y declaró: “En verdad, en verdad os digo que uno de vosotros me entregará”. Los discípulos se miraban unos a otros, sin saber de quién hablaba. Uno de sus discípulos, el que Jesús amaba, estaba a la mesa al lado de Jesús. Simón Pedro le hace una seña y le dice: “Pregúntale de quién está hablando”. Él, recostándose sobre el pecho de Jesús, le dice: “Señor, ¿Quién es?”. Le responde Jesús: “Es aquel a quien dé el bocado que voy a mojar”. Y, mojando el bocado, le toma y se lo da a Judas, hijo de Simón Iscariote. Y entonces, tras el bocado, entró en él Satanás. Jesús le dice: “Lo que vas a hacer, hazlo pronto”. Pero ninguno de los comensales entendió por qué se lo decía. Como Judas tenía la bolsa, algunos pensaban que Jesús quería decirle: «Compra lo que nos hace falta para la fiesta», o que diera algo a los pobres.

 

En cuanto tomó Judas el bocado, salió. Era de noche.

 

Cuando salió, dice Jesús: “Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en Él. Si Dios ha sido glorificado en Él, Dios también le glorificará en sí mismo y le glorificará pronto. Hijos míos, ya poco tiempo voy a estar con vosotros. Vosotros me buscaréis, y, lo mismo que les dije a los judíos, que adonde yo voy, vosotros no podéis venir, os digo también ahora a vosotros”. Simón Pedro le dice: “Señor, ¿a dónde vas?”. Jesús le respondió: “Adonde yo voy no puedes seguirme ahora; me seguirás más tarde”. Pedro le dice: “¿Por qué no puedo seguirte ahora? Yo daré mi vida por ti”. Le responde Jesús: “¿Que darás tu vida por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo antes que tú me hayas negado tres veces”».

 

Hoy, Martes Santo, la liturgia pone el acento sobre el drama que está a punto de desencadenarse y que concluirá con la crucifixión del Viernes Santo. «En cuanto tomó Judas el bocado, salió. Era de noche» (Jn 13,30). Siempre es de noche cuando uno se aleja del que es «Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero» (Símbolo de Nicea-Constantinopla).

 

El pecador es el que vuelve la espalda al Señor para gravitar alrededor de las cosas creadas, sin referirlas a su Creador. San Agustín describe el pecado como «un amor a sí mismo hasta el desprecio de Dios». Una traición, en suma. Una prevaricación fruto de «la arrogancia con la que queremos emanciparnos de Dios y no ser nada más que nosotros mismos; la arrogancia por la que creemos no tener necesidad del amor eterno, sino que deseamos dominar nuestra vida por nosotros mismos» (Benedicto XVI). Se puede entender que Jesús, aquella noche, se haya sentido «turbado en su interior» (Jn 13,21).

 

Afortunadamente, el pecado no es la última palabra. Ésta es la misericordia de Dios. Pero ella supone un “cambio” por nuestra parte. Una inversión de la situación que consiste en despegarse de las criaturas para vincularse a Dios y reencontrar así la auténtica libertad. Sin embargo, no esperemos a estar asqueados de las falsas libertades que hemos tomado, para cambiar a Dios. Según denunció el padre jesuita Bourdaloue, «querríamos convertirnos cuando estuviésemos cansados del mundo o, mejor dicho, cuando el mundo se hubiera cansado de nosotros». Seamos más listos. Decidámonos ahora. La Semana Santa es la ocasión propicia. En la Cruz, Cristo tiende sus brazos a todos. Nadie está excluido. Todo ladrón arrepentido tiene su lugar en el paraíso. Eso sí, a condición de cambiar de vida y de reparar, como el del Evangelio: «Nosotros, en verdad, recibimos lo debido por lo que hemos hecho; pero éste no hizo mal alguno» (Lc 23,41).

                                          

Para orar en silencio

Jesús de María,

Cordero Santo,

pues miro vuestra sangre,

mirad mi llanto.

 

        ¿Cómo estáis de esta suerte,

decid, Cordero casto,

pues, naciendo tan limpio,

de sangre estáis manchado?

La piel divina os quitan

las sacrílegas manos,

no digo de los hombres,

pues fueron mis pecados.

 

Bien sé, Pastor divino,

que estáis subido en lo alto,

para llamar con silbos

tan perdido ganado.

Ya os oigo, Pastor mío,

ya voy a vuestro pasto,

pues como vos os dais

ningún pastor se ha dado.

 

¡Ay de los que se visten

de sedas y brocados,

estando vos desnudo,

sólo de sangre armado!

¡Ay de aquellos que manchan

con violencia sus manos,

los que llenan su boca

con injurias y agravios!

 

Nadie tendrá disculpa

diciendo que cerrado

halló jamás el cielo,

si el cielo va buscando.

Pues vos, con tantas puertas

en pies, mano y costado,

estáis de puro abierto

casi descuartizado.

 

¡Ay si los clavos vuestros

llegaran a mí tanto

que clavaran al vuestro

mi corazón ingrato!

¡Ay si vuestra corona,

al menos por un rato,

pasara a mi cabeza 

y os diera algún descanso!


 

Hoy es Lunes Santo

 

25 de marzo 2024

 

Con la Semana Santa entramos en el corazón del misterio cristiano, que revela el significado de la vida, del sufrimiento y de la muerte misma. Entramos en un camino que sigue los pasos de Jesús, envueltos en un amor dado hasta el final. Entramos conscientes de que, desde su muerte y resurrección, la salvación, la esperanza y la paz han florecido para todos, incluso en un momento difícil como el nuestro.

 

En este Lunes Santo, la liturgia de este día nos invita a recordar cómo Jesús al comienzo de la última semana de su vida, casi para ser apoyado y para hacer frente a todo lo que estaba por venir, quiere ir a cenar con algunos de sus amigos.

 

Leemos pausadamente el evangelio de Juan 12, 1-11

 

«Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa. María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume, Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dice:

“¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para dárselos a los pobres?”. Esto lo dijo no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón; y como tenía la bolsa, se llevaba de lo que iban echando. Jesús dijo: “Déjala; lo tenía guardado para el día de mi sepultura; porque a los pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis”. Una muchedumbre de judíos se enteró de que estaba allí y fueron no solo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado de entre los muertos. Los sumos sacerdotes decidieron matar también a Lázaro, porque muchos judíos, por su causa, se les iban y creían en Jesús».

 

Reflexión

 

«María tomó entonces una libra de perfume de nardo puro, muy precioso, roció los pies de Jesús, luego los limpió con su cabello, y toda la casa llena del aroma de ese aroma.»

 

La unción de Betania tuvo lugar unos días antes de la Entrada Triunfal de Jesús a Jerusalén.

 

Durante este banquete, en el que Lázaro, resucitado de entre los muertos, está presente, mientras Marta está sirviendo, María rocía los pies del Señor con aceite fragante; su gesto expresa toda la gratitud y alegría por la nueva vida. Es un gesto lleno de ternura, un acto puro de amor más allá de cualquier consideración utilitaria, una sobreabundancia de gratuidad, que se expresa en una existencia gastada para amar y servir al Señor. Pero es la vida «derramada» sin medida que esparce un perfume que llena toda la casa. El aroma embriagador del nardo más puro se convierte en el preludio del inminente «entierro» de Cristo, porque es a partir de su muerte que fluyen la resurrección y la vida verdadera. Es el aroma de Dios para la humanidad y para la Iglesia. ¡Señor Jesús, ayúdanos a difundir tu aroma dondequiera que vayamos; inundarnos con tu espíritu y tu vida, para que cualquiera que se nos acerque sienta tu presencia en nosotros!

 

La Pasión de Cristo en las calles

       

En Nazaret la vida se hace en la calle como en nuestra Andalucía. El clima benigno favorece que las gentes conviertan la calle en lugar de encuentro para celebrar la vida en momentos de pasión y gozo. En Nazaret, pequeño pueblo desconocido de la región de Galilea, los maestros de vida José y María, y un puñado de vecinos, enseñaron a Jesús los proverbios e historias tradicionales al tiempo que a expresarse con las palabras sencillas de los campesinos. Así creció y vivió Jesús. Su vida pública fue un ir y venir de un sitio para otro por caminos polvorientos con la única misión de anunciar que Dios es Padre. La lectura del Evangelio nos muestra a Jesús Maestro itinerante.

 

La Pasión de Cristo, también aconteció en la calle, teniendo como único templo la luz y el inigualable cielo azul mediterráneo. A la caída de la tarde el firmamento se viste de infinitas estrellas que desde su privilegiado balcón quieren ser testigos de la más hermosa historia de amor. Suponemos que Jesús conocía bien el camino de Getsemaní a Jerusalén. Con seguridad habría recorrido con frecuencia aquel trayecto angosto y empinado. Ahora todo es distinto. Él conoce que los hosannas y aleluyas del pueblo son preludio de su apresamiento, juicio y condena a muerte.

 

Las autoridades no saben qué hacer con Jesús y el pueblo a una sola voz pide su condenación. Lo más fácil es celebrar la fiesta de Pascua “en paz”. Con el veredicto comienza el espectáculo en la calle. Cargado con la cruz ordenan dirigirse al monte Gólgota. Comienza una nueva procesión, entre la algarabía de gentes, que alcanzará la cumbre en forma de calavera donde sería crucificado. Esta camino, esta vía, a tenor de los acontecimientos, se conoce desde entonces, como “dolorosa” o “de la cruz”. Aquella fue la primera “carrera oficial” de una representación viviente donde paradójicamente el actor principal era el Mesías, el Redentor.

 

Después de estos hechos me imagino que, igual que las madres que encuentran consuelo visitando el camposanto donde descansan sus hijos, el grupo de seguidores volverían una y otra vez al lugar de los hechos, una vez que reaccionaron de su cobardía y desamor. En silencio, con alguna lágrima recorriendo sus mejillas, contemplarían con la memoria y el corazón aquel acontecimiento, que ahora comprendían a través de sus encuentros con el Resucitado.

 

De tal suerte, la cruz redentora de Jesucristo, resplandeciente con la luz cegadora de su Resurrección, rompió el espacio sagrado de las religiones naturales para ocupar el centro del universo. La Cruz ya no es signo de ignominia sino de salvación.

 

La experiencia de encuentro con Jesucristo Resucitado convierte a sus seguidores en voceros de la nueva noticia urgidos por llevar el anuncio del Evangelio al mundo entero comenzando una historia apasionante de diálogo con las culturas en las que la fe ha ido tomando asiento. Como consecuencia de la evangelización la fe acogida y vivida se hace cultura enraizada en la concreta idiosincrasia cultural. Así se produjo el diálogo de la fe y la cultura en nuestro barroco andaluz y almeriense y como consecuencia el anuncio y la catequesis se tornan en belleza plástica cuya contemplación extasía y en una multiplicidad de bellezas y sensaciones que enriquecen nuestra humanidad y nos acercan a las puertas del cielo.

 

El papa Francisco insiste y apuesta en el programa pastoral de su pontificado por una Iglesia en salida. Quedarnos hoy devotamente encerrados en el templo es una gran irresponsabilidad pastoral. Lo expresa magníficamente el teólogo Henri de Lubac cuando dice que “una fe que fuera llegando poco a poco a no tener signo externo alguno, ni culto, ni festividad, ni institución social, ni referencia a la historia ni a la cultura, ni creencia formulada objetivamente, ni sentimiento, no sería una fe purificada sino una fe esterilizada”.

 

 Oración Final

 

Hay momentos Señor,
en los que la fatiga se apodera de nuestras extremidades,

y nos dejamos vencer por el agotamiento.
Hay veces, Señor, que nos parece haber trabajado en vano
y no haber cosechado ningún fruto.
Hay momentos, Señor, en los que experimentamos
el amargo sabor de la derrota y el fracaso,
y experimentamos una gran soledad que es difícil de soportar.

Es entonces cuando necesitamos recibir el aroma de la ternura,

el aceite fragante de la amistad,
el aceite beneficioso del consuelo.
Es entonces cuando necesitamos un hermano o hermana
que se acerque a nosotros con el aroma que alivia el dolor,

con el aceite que hace cicatrizar los tejidos,
y con el óleo que perfuma nuestra cabeza y todas nuestras extremidades.

Señor, que nunca falten hermanos y hermanas,
que nos traigan el perfume del consuelo y la ternura.

Ven Señor,
y derrama sobre nuestros,
el perfume y la luz de tu presencia.
Contigo, también nosotros, podemos ser para nuestros hermanos

y para la gente con la que nos encontramos
perfume que consuela,

da esperanza e induce al bien.
Contigo, también nosotros podemos ser luz
para que todos descubran la belleza
que Dios ha puesto en ellos.
Señor Jesús, bendícenos
y bendice a toda la Tierra en estos momentos de prueba.

Amén 


Semana Santa

 

Año del Señor 2024

50 Aniversario de la fundación de la Parroquia de Nuestra Señora de Montserrat

de la Ciudad de Almería

 

Día 24, Domingo de Ramos

 

en la Pasión del Señor

 

 

  • 11,00 horas: Bendición de Ramos, procesión hasta el Templo Parroquial y celebración solemne de la Eucaristía.
  • 18,30 horas: Eucaristía vespertina.

Días 25, 26 y 27

 

Lunes, Martes y Miércoles santos

  • 17,30 horas: Confesiones
  • 18,30 horas: Santa Misa
  • 19,00 horas: Meditación 

 

Días 28, 29 y 30 

Tríduo Pascual

Día 28, Jueves Santo

en la Cena del Señor

 

·     11,00 a 13,00 horas: Confesiones

·     18,00 horas: Celebración de los Santos Oficios de la Cena del Señor. Traslado de la Eucaristía al Monumento.

·     22,00 horas: Hora Santa. Oración continuada ante el Santísimo Sacramento.

 

Día 29, Viernes Santo

en la Pasión del Señor

 

·     12,00 horas: Meditación del “Vía Crucis”.

·     18,00 horas: Santos Oficios de la Pasión y Muerte del Señor.

 

Día 30, Sábado Santo

De la Sepultura del Señor

 

·     09.30 horas: Meditación y oración del Oficio de Lecturas y Laudes.

 

·     22,00 horas: Celebración Solemne de la Resurrección del Señor. Bautismo de catecúmenos en edad escolar.

 

Día 31, Domingo de Resurrección

 

Pascua de Resurrección de Nuestro Señor

 

 

·     10,00 horas: Salida procesional con la imagen de Cristo Resucitado de la Hermandad de Jesucristo Resucitado, Señor de la Vida y María Santísima del Triunfo que tiene su sede canónica en nuestra parroquia.

·     11,00 horas: Eucaristía solemne

 

·     19,30 horas: Eucaristía vespertina

Resurrección de Cristo y las mujeres en la tumba, Fra Angélico (1440-1442) Convento di San Marco, Florencia

 

¡Feliz Pascua

de Resurrección!

 


Grupo de Apóstoles de la parroquia, preparando los ramos de olivos para el inicio de la Semana Santa.

 

 

¡Feliz, meditada e interiorizada sea!

 

 



Retiro Espiritual y Celebración del Sacramento de la Penitencia Comunitaria

 

Sábado 23 de abril

  • 17,00 horas: Oración inicial
  • 17,15 horas: Meditación a cargo del P. Francisco Ortega, misionero del Instituto español de misiones
  • 18,30 horas: Santa Misa de la Virgen en sábado.
  • 19,15 horas: (Después de la Misa): Celebración Comunitaria de la Penitencia

 


Penitencia Comunitaria y Domingo de Ramos

 

Sábado 23 de abril

19,15 horas (Después de la Misa)

Celebración Comunitaria de la Penitencia

 

Domingo, 24 de abril

11,00 horas

Bendición de Ramos y Procesión.

 

 

En las celebraciones del Domingo se entregará el programa de Semana Santa


Charla Cuaresmal 

 

«El sacramento de la Penitencia medio excelente de la renovación de la vida cristiana»

 

 


Un nuevo Sacerdote para la Iglesia almeriense

 

 

En la mañana del sábado, día 16 de marzo, y cercana la solemnidad de san José, patrono de la Iglesia universal y vocaciones, el Sr. Obispo, Mons. Antonio Gómez Cantero, confirió las órdenes de presbítero al Rvdo. D. Eduardo Alberto Henríquez Osorio, diácono ordenado el pasado septiembre de 2023 que en la actualidad colaboraba en las parroquias del Alto Andarax con sede en Laujar de Andarax.

 

A la ceremonia religiosa acudió su madre y tía llegadas expresamente desde su país de Panamá para este acontecimiento y la Sra. Embajadora de Panamá, acompañada de su esposo junto a los alcaldes de aquellas villas alpujarreñas. Más de cincuenta sacerdotes concelebraron la Santa Misa, algunos venidos de otras diócesis, ayudados en el altar por dos diáconos permanentes entre los que se encontraba el Rvdo. D. Joaquín Espino Parra, junto a los seminaristas de nuestro Seminario diocesano y algunos compañeros de las órdenes de san Agustín y santo Domingo compañeros de estudio en la diócesis de Cartagena-Murcia.

 

Su primera misa solemne será el lunes 18 de marzo, a las 19:00h, en la Iglesia parroquial de la Encarnación de Vélez Rubio.

 

Le deseamos de corazón un largo y fecundo ministerio. ¡Ad multos annos!

 


Charla Cuaresmal

 

Los santos de la puerta de al lado.

El joven Ignacio Echeverría,

un ejemplo de heroísmo evangélico.

 

A cargo de

 

D. Sebastián del Olmo Martínez

Vocal de relaciones institucionales

de la Hermandad de Jesucristo, Señor de la Vida, 

y María Santísima del Triunfo

 


Asamblea General Mayordomía de Nuestra Sra. de Montserrat

 

El pasado lunes, día 12 de febrero de 2024, después de la celebración de la santa misa, se reunió la Asamblea General de la Mayordomía de Nuestra Sra. de Montserrat, contando una asistencia de unos veinte fieles, presidida por el párroco, D. Manuel Pozo Oller, y el diácono permanente, D. Joaquín Espino Parra, para tratar, además de los asuntos de habitual protocolo, el siguiente orden del día:

 

1.       Explicación a la aprobación del Reglamento.

2.     Repaso y dudas sobre el Reglamento.

3.     Elección de Cargos.

4.     Avance programación fiestas Virgen de Montserrat 2024.

5.     Comentarios, ruegos y preguntas.

 

Con respecto al reglamento, se comenta que está a disposición de cualquiera para su consulta a través de esta misma página web, concretamente en el apartado de la mayordomía: www.parroquiamontserrat.com/mayordomía

 

Elección de cargos de la junta de presidencia:

-       Presidente: D. José Morales Ocaña.

-       Secretario: D. Luis Miguel Medina Pulido.

-       Vocales: D.ª Justa Sánchez Perabá, D.ª María López Sánchez, D.ª Carmela Piedra Criado y D.ª Pasión Alcaraz Manzano.

 

 

En relación con la programación de las fiestas de la Virgen de Montserrat 2024, se acordó fijar el 26 de febrero como fecha para reunirse la junta de presidencia, y elaborar el orden del día para la primera asamblea general después de la aprobación del reglamento, que tendrá lugar el lunes 11 de marzo.

 


Unción de Enfermos

 

Víspera de la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes

 

y Jornada Mundial del Enfermo

 

·      Sábado, 10 de febrero

 

·      Santa Misa de 18,30 horas

¿Quién puede recibir el sacramento de la Unción?

 

Tres condiciones (Código Derecho Canónico número 1004):

 

1. Que la persona que lo reciba esté bautizada.

 

2. Que tenga uso de razón.

 

3. Que esté en peligro de muerte. Esto incluye tanto la enfermedad grave como la ancianidad.

 

¿Se puede repetir el sacramento?

 

Puede repetirse cada vez que sea necesario, aún dentro de la misma enfermedad, cuando haya recaídas peligrosas después de un período de relativa mejoría.

 


Encuentro de Oración y Cena del Hambre
Día de Ayuno Voluntario

 

 

«Porque tuve hambre y me diste de comer,

 

tuve sed y me diste de beber, fui forastero y me hospedasteis,

 

estuve desnudo y me vestisteis, …» (Mt 25,35-36)

 

 

 

Viernes, día 9 de febrero de 2024,

 

a las 19,15 horas

 

Manos Unidas

 

Campaña contra el Hambre

 


Consejo Parroquial de Pastoral

 

El pasado miércoles, día 24 de enero de 2024 se reunió el Consejo Parroquial de Pastoral presidido por el párroco Manuel Pozo Oller y el diácono permanente Joaquín Espino Parra, para tratar, además de los puntos de habitual protocolo, el siguiente Orden del Día:

 

1.   Informe aprobación de los Estatutos del Consejo Parroquial de Pastoral.

 

2.   Informe aprobación de los Estatutos del Consejo Parroquial de Asuntos Económicos.

 

3.   Informe aprobación de la Mayordomía de Nuestra Señora de Montserrat.

 

4.   Programación de Cuaresma y Pascua.

 

El Consejo Parroquial de Pastoral fue erigido en el año 1986 y, desde entonces, con regularidad se ha venido reuniendo para tratar temas de su competencia. Las actas de nuestro archivo parroquial dan fe de la vida de una comunidad que en cuatro décadas ha funcionado con responsabilidad incluyendo a presbíteros, religiosas y laicos.

 

El Obispo diocesano ha querido que esta institución parroquial de ayuda en el gobierno al párroco se potencie y, si es posible, se instaure en todas las parroquias de la diócesis. Era necesaria la renovación del estatuto marco. Nuestra Parroquia solicitó en su día adherirse a la propuesta diocesana recibiendo en estos días la aprobación de los nuevos Estatutos.

 

El mismo protocolo de solicitud de renovación de estatutos se siguió en el Consejo Parroquial de Asuntos Económicos con la particularidad de que éste es de obligada constitución en todas las parroquias para prestar “su ayuda al párroco en la administración de los bienes de la parroquia”. Para la aprobación de los estatutos es requisito indispensable la presentación de un secretario, un contable, un encargado de inventario y tres miembros más.

 

Los Consejos, tanto de Pastoral como de Asuntos económicos, han funcionado prácticamente desde la erección canónica de nuestra Parroquia, pero es novedad la aprobación de la Mayordomía de Nuestra Señora de Montserrat como agrupación de fieles cristianos laicos y que “tiene como fin promover la devoción a la Virgen María como patrona titular y patrona de la parroquia”. La agrupación de fieles se une a las que ya están funcionando con la intención de implicar a todo el pueblo de Dios en las diversas responsabilidades. Una vez aprobados los estatutos se procederá a organizar la estructura y designar las distintas responsabilidades.

 

La programación de Cuaresma, Semana Santa y Pascua se hará pública próximamente.

 


Renovación de las Promesas Bautismales 

 

 

En la Misa Mayor de 11 de la mañana del domingo día 21 de enero los niños en catequesis de Iniciación cristiana han renovado las promesas bautismales con la asistencia de padres y padrinos. 

 

La preparación del templo parroquial daba cuenta de la densidad de acontecimientos que celebramos. Por una parte, el Domingo de la Palabra de Dios realzando el lugar habitual de la celebración con el Evangeliario y el cirio Pascual; por otra parte, dentro de octavario de oración por la unidad de las Iglesias. 

 

En ese marco amplio se sitúa la renovación de las promesas bautismales resaltando la pila bautismal, que en nuestro templo parroquial está situada en el centro de la nave como confluencia de los caminos de los cuatro puntos cardinales que llevan al altar y que recuerdan la catolicidad de la Iglesia. La pila bautismal se encontraba adornada con velas y flores.

 

Pila bautismal adornada con la red y el barco

 

Es preciso hacer notar que en consonancia con el Evangelio proclamado el III Domingo del Tiempo Ordinario se resaltaron los símbolos de la llamada de Jesús a los discípulos con una red de pescadores de nuestro puerto y una pequeña barca. Asimismo, celebrándose el domingo de la Palabra, junto al ambón se resaltó la Palabra de Dios con el hermoso evangeliario junto al cirio pascual.

 

Una jornada donde el templo rebosaba de fieles que, bien dispuestos para rezar y encontrarse con el Señor, al finalizar manifestaban su alegría por la participación en una eucaristía hermosa llena de unción y vida en la que se experimentó la alegría de aquellos discípulos de Emaús al escuchar la Palabra y asistir a la fracción del pan. 

 

Aspersión con agua bendita

 


«Permaneced en mi Palabra» (Jn 8,31)

 

 

 

Meditación de preparación

a la Jornada

 

·       Día: Viernes, día 19 de enero de 2024

·       Hora: 19,15. Al finalizar la Misa

·       Lugar: Aula Dª Concha Zorita (Edf. blanco)

·       Título: «Y vosotros, ¿Quién decís que soy yo? (8,28)»

 

Parroquia Nuestra Señora de Montserrat

 

en el 50 Aniversario de su Fundación


Felicitación en Jornada Mundial de la Paz

 

1 enero 2024

 

 

Cristo es nuestra Paz (Ef. 2,14-16) y su Evangelio Buena Noticia

 

Con Madre Teresa de Calcuta afirmamos que: “El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz”.

 

¡El Dios de la historia te ofrece el tiempo para que colabores con Él en la obra inconclusa de la creación!

Con afecto para ti y tu familia,

 

MANUEL POZO OLLER